Compañerxs.
Durante la hegemonía opresora de la “Seguridad democrática”, hemos visto que durante este periodo, (que ya cumple 8 años y que continuara durante otros 4 u 8 años más), que como en cualquier estado fascista y tradicionalista, uno de los principales pilares que sostienen el equilibrio sistemático es el brazo militar que responde a los intereses de un sector social dominante, y que por ende es el único estamento que tiene el control del armamento bélico autorizado y legalmente constituido.
Es curioso que durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez este pilar haya surgido como la principal herramienta para “mantener la democracia” que tanto se ha propuesto defender, vendiéndonos un bicentenario, no de la lucha y emancipación de los pueblos, sino de un ejército glorificado por los políticas represivas actuales. Para este fin se ha conformado la actual estructura del ejército Colombiano protegido por la impunidad de la justicia penal militar y encubierto a toda costa por los altos mandos militares en cabeza del presidente.
La arremetida militar contra la población civil Colombiana inicia bajo el pretexto de la “política” anti drogas y la guerra contra el narcotráfico patrocinada principalmente por los Estados Unidos y su programa denominado “Plan Colombia”. Era de esperarse que este tipo de programas proteccionistas e intervencionistas no tuvieran el éxito esperado por parte del gobierno Colombiano y obviamente por parte de los Yankies, que ya habían tenido una experiencia similar con el caso Salvadoreño donde intervinieron militarmente para intentar repeler los focos revolucionarios brindando adiestramiento, equipos y armamento al ejército gubernamental en los años 80’s. Pero vemos que en Colombia sigue teniendo resistencia armada y además siendo la principal distribuidora de coca en el mundo y casualmente, los yankees los principales consumidores.
Ganancias económicas consecuentes con estas políticas generaron reacciones inmediatas por parte del imperio y que fueron acatadas por sus lacayos en Colombia. Correspondían a realizar campañas de desprestigio mediático en contra de la rebeldía libertaria, y al mismo tiempo, aparecería la figura de la recompensa a gran escala, demostrando el poco sentido de la moral que poseen los estados de estas características.
Al cerciorarse de que la red de informantes les brindaba gran cantidad de “positivos”, se ingeniaron una nueva estrategia que pretendía organizar a aquellos seres programático
s que durante el desarrollo de su esencia crítica habían asimilado el lenguaje mediático y facilista, para de este modo llevarlos a conformar las filas del ejército colombiano, convencidos de ser “héroes de la patria”. Heroísmo que en resumidas cuentas ha generado el desvió de recursos de aspectos fundamentales como la salud y la educación, para poder mantener la bota militar, y a su vez ha generado más de 2500 muertes extrajudiciales o “falsos positivos”, que en realidad son el fruto de éstas políticas de recompensas y beneficios.
Ahora, el nuevo mandatario de los colombianos, (responsable políticamente por los CRIMENES DE ESTADO, llamados Falsos Positivos), creando un gran circo con las aspiraciones del pueblo pretende glorificar mas y mas, a un ejército que es responsable políticamente por casos ya sentenciados por cortes internacionales, como el homicidio de Manuel Cepeda, o por citar solo otro ejemplo de miles más, las desapariciones de la toma del palacio, perpetradas por el gobierno, y ejecutadas por el ejército “defensor de la democracia”.
Es por ello compañerxs que los invitamos a no creer en la propaganda engañosa patrocinada por el imperio que te quiere ver defendiendo sus intereses y que nos hace pensar en un juego de villanos y superhéroes. Por el contrario queremos que vivas la rabia de una forma más alegre y combativa, en donde tu recompensa sea la libertad que tanto añoramos, para luchar juntos contra el gobierno narco paramilitar que sigue en el poder, y que muy difícilmente lo dejara por vía propia.
"la clase popular no decide la vía como tomar el poder, es la oligarquía quien decide como lo va a entregar, si lo entrega por la vía pacífica, el pueblo lo tomará pacíficamente, pero si no lo entrega sino por la violencia el pueblo lo tomará violentamente"
Camilo Torres Restrepo
Durante la hegemonía opresora de la “Seguridad democrática”, hemos visto que durante este periodo, (que ya cumple 8 años y que continuara durante otros 4 u 8 años más), que como en cualquier estado fascista y tradicionalista, uno de los principales pilares que sostienen el equilibrio sistemático es el brazo militar que responde a los intereses de un sector social dominante, y que por ende es el único estamento que tiene el control del armamento bélico autorizado y legalmente constituido.
Es curioso que durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez este pilar haya surgido como la principal herramienta para “mantener la democracia” que tanto se ha propuesto defender, vendiéndonos un bicentenario, no de la lucha y emancipación de los pueblos, sino de un ejército glorificado por los políticas represivas actuales. Para este fin se ha conformado la actual estructura del ejército Colombiano protegido por la impunidad de la justicia penal militar y encubierto a toda costa por los altos mandos militares en cabeza del presidente.
La arremetida militar contra la población civil Colombiana inicia bajo el pretexto de la “política” anti drogas y la guerra contra el narcotráfico patrocinada principalmente por los Estados Unidos y su programa denominado “Plan Colombia”. Era de esperarse que este tipo de programas proteccionistas e intervencionistas no tuvieran el éxito esperado por parte del gobierno Colombiano y obviamente por parte de los Yankies, que ya habían tenido una experiencia similar con el caso Salvadoreño donde intervinieron militarmente para intentar repeler los focos revolucionarios brindando adiestramiento, equipos y armamento al ejército gubernamental en los años 80’s. Pero vemos que en Colombia sigue teniendo resistencia armada y además siendo la principal distribuidora de coca en el mundo y casualmente, los yankees los principales consumidores.
Ganancias económicas consecuentes con estas políticas generaron reacciones inmediatas por parte del imperio y que fueron acatadas por sus lacayos en Colombia. Correspondían a realizar campañas de desprestigio mediático en contra de la rebeldía libertaria, y al mismo tiempo, aparecería la figura de la recompensa a gran escala, demostrando el poco sentido de la moral que poseen los estados de estas características.
Al cerciorarse de que la red de informantes les brindaba gran cantidad de “positivos”, se ingeniaron una nueva estrategia que pretendía organizar a aquellos seres programático
s que durante el desarrollo de su esencia crítica habían asimilado el lenguaje mediático y facilista, para de este modo llevarlos a conformar las filas del ejército colombiano, convencidos de ser “héroes de la patria”. Heroísmo que en resumidas cuentas ha generado el desvió de recursos de aspectos fundamentales como la salud y la educación, para poder mantener la bota militar, y a su vez ha generado más de 2500 muertes extrajudiciales o “falsos positivos”, que en realidad son el fruto de éstas políticas de recompensas y beneficios.Ahora, el nuevo mandatario de los colombianos, (responsable políticamente por los CRIMENES DE ESTADO, llamados Falsos Positivos), creando un gran circo con las aspiraciones del pueblo pretende glorificar mas y mas, a un ejército que es responsable políticamente por casos ya sentenciados por cortes internacionales, como el homicidio de Manuel Cepeda, o por citar solo otro ejemplo de miles más, las desapariciones de la toma del palacio, perpetradas por el gobierno, y ejecutadas por el ejército “defensor de la democracia”.
Es por ello compañerxs que los invitamos a no creer en la propaganda engañosa patrocinada por el imperio que te quiere ver defendiendo sus intereses y que nos hace pensar en un juego de villanos y superhéroes. Por el contrario queremos que vivas la rabia de una forma más alegre y combativa, en donde tu recompensa sea la libertad que tanto añoramos, para luchar juntos contra el gobierno narco paramilitar que sigue en el poder, y que muy difícilmente lo dejara por vía propia.
"la clase popular no decide la vía como tomar el poder, es la oligarquía quien decide como lo va a entregar, si lo entrega por la vía pacífica, el pueblo lo tomará pacíficamente, pero si no lo entrega sino por la violencia el pueblo lo tomará violentamente"
Camilo Torres Restrepo
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